Ayer volví a casa después de 4 apasionantes días en Helsinki.
En realidad siento que volví a Mallorca, porque en Helsinki también me sentí como en casa.
EL curso de Thomas fue como sumergirme en una pequeña montaña rusa, ahora arriba, ahora abajo, sintiendo un montón de emociones, aprendiendo a digerirlas más rápido que en otras ocasiones y a cambiar mi interpretación sobre los hechos.
Sí, una de las lecciones más importante que he aprendido este curso ha sido:
“Una nueva interpretación de los hechos es una de las claves para el cambio”.
También tengo que deciros que aprenderlo mentalmente es muy fácil, por lo menos para mi… pero experimentarlo es otra cosa…!!!!
y aqui es donde THomas me ayuda a entrar en las situaciones que siempre interpreto de la misma forma, y me sorprende dándoles una nueva inspiración y después, claro, me testa volviendo a crear la misma situación…
Has aprendido ya la lección, Luisa?
Y así fue como pasó en el siguiente ejemplo:
Ahí va:
Estábamos esperando a THomas en el aeropuerto, mis amigas y compañeras de estudios Emmi y Essi y yo.
Era una situación nueva para mi ya que normalmente nunca espero a Thomas en el aeropuerto.
Después de esperar un buen rato, por fin llegó!
Tengo que reconocer que yo me sentía bastante incómoda porque no sabía muy bien como comportarme en esta situación.
Y Thomas me ayudó a encontrar una solución.
LLegó como se dice “ligero de equipaje” y más tarde de lo esperado (sus maletas habían salido por una cinta diferente a donde él esperaba). Nos saludó a todas afectuosamente y a partir de ese momento yo me convertí en invisible para él, casi no me miraba, y mucho menos me hablaba.
Toda la atención era para Essi y Emmi.
Normalmente cuando me pasa esto, empiezo a sentirme rechazada, entro en drama… y me aíslo todavía más del grupo, como he comentado en entradas anteriores…
Tampoco era la primera vez que vivía esta situación con Thomas, y cuando en otras ocasiones esto pasaba… él me inspiraba con una nueva interpretación:
“De esta forma, Luisa, te estoy dando espacio para que te vayas adaptando a la nueva situación que estás viviendo, avísame cuando ya estés preparada para poder empezar a hablar…”
Sus palabras me ayudaban, pero yo seguía reaccionando igual.
Hasta hoy!
Esta vez… pude hacerlo diferente!
Cambié mi interpretación y pude interpretar que Thomas me estaba dando espacio para llegar y adaptarme a la nueva ciudad, a mis compañeras y a él!.
(Tan solo hacía tres horas que yo había llegado a Helsinki)
No darme atención era una forma de darme espacio para que yo no tuviera que hacerme la “simpática”. El podía hablar con mis compañeras y yo podía estar absorta en mis pensamientos y a la vez ir admirando el paisaje veraniego de Helsinki, bosques espesos de abetos gigantescos rodeando la autopista que nos llevaba a la ciudad.
Con mi nueva interpretación, cambié por completo mis emociones y sentimientos. Ya no necesité aislarme del grupo e iba interviniendo en la conversación cuando sentía que era el momento…
Grandes cambios para mi!
Todavía me queda mucho por compartir!!!
Ha sido un curso apasionante con un gran final de coaching!
Os cuento más en la próxima entrada…
Hasta pronto!
Un beso